Nave la ALMAZARA

El entorno de la torre de Falces, tiene una identidad asociada a su paisaje y a unas tradiciones ligadas a las labores del campo. Un territorio de grandes contrastes, colores claros y vivos de los campos de cereales, de sombras intensas de viejas carrascas, o laderas sinuosas blancas como el yeso que las compone, contiguas a grandes bloques graníticos que se yerguen oscureciendo sus colinas.

La Nave la Almazara se apropia de este contraste, fuerte e intenso, del entorno que la rodea. Un volumen puro, con dos materiales como protagonistas: metal negro y hormigón.

A modo de un icono en el paisaje, se ha proyectado una caja negra metálica que reposa sobre otra caja de hormigón, creado así un nuevo hito en el horizonte del paisaje. Su interior se transforma en el negativo de la envolvente, creando un fondo blanco sobre el que contrastan los negros metales.

Tanto la función como la forma reflejan los conceptos: Contraste y pureza. Exterior oscuro e interiores blancos, un almacén brutalista, con un espacio de estar y oficina blanco y minimalista. Contrastes unidos y ligados en su esencia y físicamente mediante grandes ventanales que miran tanto hacia el paisaje interior como exterior.

Año del proyecto:

2018

País:

España

Código postal:

22512

Proyecto y dirección:

Brfs Architecture and Management

Dirección de ejecución:

Alazets

Coordinación seguridad y salud:

Alazets

Cálculo de estructura:

Imagina

Ingeniería:

IF3

Fotografía:

Andrés Flajszer

Dotada de gran tecnología, la nave dispone de unas persianas orientables con domótica y sensores para garantizar un alto ahorro energético, logrando así un confort interior semejante al de una vivienda de bajo consumo.

La Almazara de la Torre de Falces, nace con la voluntad de ser sello en el paisaje, un icono arquitectónico que pone en valor esta tierra y su historia, apostando por un futuro sostenible como los cultivos que atesora.

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